Morena Querétaro: Líder Parlamentario Admite “Dos Corrientes” en el Partido

El coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso de Querétaro, Edgar Inzunza, reconoció este sábado la existencia de «dos corrientes» internas dentro del partido en el estado, aunque negó que esto signifique una división formal.
En el panorama político de Querétaro, el partido Morena enfrenta un escenario de tensiones internas, según reconoció este sábado 31 de mayo de 2025 su coordinador en el Congreso local, Edgar Inzunza. El legislador admitió la existencia de «diferencias internas» y «dos corrientes» dentro de la estructura partidista en el estado, si bien se apresuró a negar que esto constituya una «división» formal.
Las declaraciones de Edgar Inzunza, figura prominente de Morena en Querétaro al liderar su bancada legislativa, se produjeron en el contexto de preguntas sobre la cohesión del partido. Al afirmar que existen «dos corrientes», Inzunza utiliza un eufemismo político común para referirse a la existencia de facciones o grupos con distintas perspectivas, y posiblemente agendas, dentro de una misma organización. Aunque negó una «ruptura» o «división» , el simple hecho de que un líder parlamentario aborde públicamente estas diferencias sugiere que son lo suficientemente notorias como para requerir una clarificación o un intento de minimizar su impacto.Estas «corrientes» a menudo representan algo más que simples matices ideológicos; pueden implicar luchas de poder, disputas por el control de la narrativa partidista o estrategias divergentes de cara a procesos electorales o decisiones políticas clave.
Morena, como partido en el poder a nivel federal y con una presencia significativa en diversos estados, incluido Querétaro (donde su rol específico como fuerza de gobierno u oposición principal necesitaría ser contextualizado con la conformación política actual del estado), no es ajeno a las tensiones internas. La rápida expansión del partido y la amalgama de diversas figuras y grupos políticos bajo su estandarte han generado, en múltiples ocasiones y geografías, dinámicas internas complejas.Las declaraciones de Inzunza podrían ser un reflejo local de estas tendencias más amplias, o bien, responder a circunstancias específicas del entorno político queretano. Si Morena es una fuerza política relevante en el Congreso de Querétaro, la existencia de estas «corrientes» podría tener un impacto directo en la gobernabilidad y en la capacidad del partido para impulsar su agenda legislativa o para actuar como un bloque opositor cohesionado.
«Existen, como en toda organización política viva, diferentes perspectivas y corrientes de pensamiento dentro de Morena en Querétaro. Esto enriquece el debate interno, pero no implica una fractura. Seguimos trabajando unidos por el proyecto de transformación.»
Las implicaciones de estas diferencias pueden ser variadas. A nivel legislativo, podrían dificultar la formación de consensos dentro de la propia bancada de Morena, afectando la votación de iniciativas. Políticamente, podrían influir en la selección de candidatos para futuros cargos, en la distribución de responsabilidades dentro del partido y en la estrategia general de cara a la ciudadanía.La próxima elección judicial del 1 de junio, un evento de trascendencia nacional, también podría ser un factor que exacerbe o ponga de manifiesto estas tensiones. Es plausible que las diferentes «corrientes» dentro de Morena Querétaro tengan preferencias o estrategias distintas respecto a los candidatos a jueces y magistrados, o sobre cómo movilizar el voto.
Resulta pertinente conectar estas declaraciones con otra noticia política surgida el mismo día en Querétaro: la denuncia sobre la presunta «entrega de acordeones por parte de Desarrollo Social». En el argot político mexicano, «acordeones» suele referirse a guías o instrucciones preparadas, a menudo de manera irregular, para orientar el voto o la participación en eventos, y la implicación de una dependencia como Desarrollo Social sugiere un posible uso clientelar de programas públicos.Estas denuncias, si bien no están directamente vinculadas por las fuentes a las corrientes internas de Morena, podrían ser un síntoma de las pugnas de poder, donde una facción podría estar utilizando o siendo acusada de utilizar recursos públicos para favorecer su agenda o a sus allegados. Alternativamente, podría ser una línea de ataque de la oposición política, aprovechando cualquier percepción de irregularidad o división interna. En cualquier caso, subraya la importancia de la transparencia y la fiscalización en el uso de los programas sociales, especialmente en periodos preelectorales.
Se espera que las declaraciones de Inzunza generen reacciones tanto dentro de Morena como por parte de otras fuerzas políticas en Querétaro. La capacidad del partido para gestionar estas diferencias internas y mantener un grado de unidad operativa será clave para su desempeño político futuro en el estado. La ciudadanía observará si estas «corrientes» se traducen en un debate constructivo o si derivan en conflictos que afecten la representación de sus intereses.
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La Verdad Yucatán